Mal aliento un tema que suele provocar incomodidad y vergüenza
Cuando hay un exceso de bacterias patógenas en el intestino se produce un desajuste en el equilibrio de la flora intestinal, lo que da lugar a una excesiva fermentación del bolo alimenticio. Existen tres grandes tipos de fermentación según sea el lugar del sistema digestivo en que se dan, y cada una de ellas conlleva la producción de distintos gases:
- Mucho hidrógeno revela un problema en el intestino delgado, causado por una mala asimilación de los azúcares rápidos, la lactosa (el azúcar de la leche) o la fructuosa (el de las frutas, las legumbres o las leguminosas).
- Mucho metano es un signo de fermentación excesiva en el colon debido a una digestión lenta.
- Si la fermentación se produce en la parte alta del tubo digestivo (desde el estómago a la entrada del intestino delgado), es de tipo ácido y produce acetato de metilo, una sustancia similar al vinagre. En este caso, deberá hacerse todo lo posible para favorecer un correcto vaciado del estómago.
Al provocar ese excedente de bacilos una fermentación excesiva del bolo alimenticio, se favorece también la aparición de pólipos que a su vez provocan carencias nutricionales y debilitan el sistema inmunológico.
Si el estado de la flora intestinal es bueno, tener gases de manera ocasional tras las comidas es una respuesta fisiológica totalmente normal. Sin embargo, no todo el mundo digiere tan fácilmente las comidas. Cuando aparece un síntoma como la halitosis, es imprescindible actuar cuando antes, ya que el mal aliento es un signo claro de que en el sistema digestivo está sucediendo algo anormal.
*** Recuerde***
Tener buenos hábitos dentales, como el cepillado y el uso del hilo dental, ayuda a combatir el mal aliento. Los enjuagues bucales, caramelos de menta o gomar de mascar pueden refrescar su aliento. Si usted tiene una enfermedad que causa halitosis, tratarla puede mejorar su aliento.