Se pueden clasificar las emisiones de Radiofrecuencia en tres grupos:
• RF mayor de 10 GHz: Estas emisiones son absorbidas por la superficie de la piel y llega poca energía a los tejidos inferiores. Para que estas emisiones produzcan efectos perjudiciales para la salud como cataratas o quemaduras cutáneas es necesaria una potencia superior a 1000w/m2.
• RF entre 1 MHz y 10 GHz: Este tipo de Radiofrecuencia penetra en los tejidos expuestos y produce un calentamiento de los mismos debido a la absorción de energía. La penetración de la RF depende del comportamiento eléctrico del tejido, el tamaño del tejido en relación a la emisión y la forma del tejido, geometría y orientación con respecto a la radiación. El resultado del calentamiento tisular puede alcanzar subidas de temperaturas de hasta 11ºC.
• RF menor de 1 Mhz: Este tipo de Radiofrecuencia no induce un calentamiento significativo, sino corrientes y campos eléctricos en los tejidos que se miden en densidad de corriente en amperios/m2. Estas corrientes eléctricas pueden producir interferencias con las corrientes fisiológicas fruto de las reacciones químicas del organismo y producir contracciones involuntarias o arritmias, para ello deben ser suficientemente potentes.