El tetrahidrocannabinol, más conocido como THC
La sustancia (repudiada) que obliga a las células cancerígenas a suicidarse
Decenas de equipos de investigación de todo el mundo están estudiando las propiedades de la marihuana para tratar el cáncer. Y en España vamos a la cabeza
La marihuana es la sustancia ilícita más utilizada en el mundo, pero cada vez más países están legislando para regular su consumo, no sólo como una forma de frenar el narcotráfico, sino también por sus cada vez más valoradas capacidades terapéuticas.
Decenas de equipos de investigación de todo el mundo están estudiando las propiedades medicinales de la marihuana, y su principal compuesto psicoactivo, el tetrahidrocannabinol, más conocido como THC. Y hay en un campo en el que los investigadores españoles son pioneros: la capacidad del cannabis para combatir el cáncer.
En 1998, la investigadora de la Universidad Complutense Cristina Sánchez descubrió, por casualidad, que el THC ordena el suicidio programado (apoptosis) de las células cancerígenas. La científica estaba estudiando como los compuestos de la marihuana afectan al metabolismo de las células y, con la intención de utilizar un modelo más fácil y económico, optó por las células tumorales, que se reproducen a gran velocidad. Observó entonces que estas células morían al entrar en contacto con el THC. Al principio pensó que era un error, pero tras comprobarlo todo se dió cuenta de que se estaba enfrentando a un fenómeno inesperado, pero muy interesante: la marihuana podría ser una aliada en la lucha contra el cáncer.
Casi al mismo tiempo, un equipo de investigadores italianos llegó a conclusiones similares a las de Sánchez y, desde entonces, no se ha dejado de estudiar las propiedades antitumorales del THC.
tetrahidrocannabinol
Es necesario que se hagan nuevos ensayos en humanos, pero como siempre en investigación médica este último paso es el más lento y complejo
Del laboratorio al hospital
En 2002, el jefe de su laboratorio, el doctor Manuel Guzmán, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Universidad Complutense de Madrid, dirigió el primer ensayo clínico para comprobar la acción antitumoral del THC. Guzmán administró el principio psicoactivo en nueve pacientes con gliobastoma, uno de los tumores cerebrales más comunes, que no habían respondido a las terapias convencionales para este tipo de cánceres. Los resultados fueron publicados en 2006, en el British Journal of Cancer: el tratamiento con THC logró reducir la proliferación de tumores en todos los sujetos.
Desde entonces, el equipo de la Complutense ha comprobado en animales que los cannabinoides no sólo disminuyen el crecimiento del tumor, además disminuyen la angiogénesis –un proceso fundamental en la transformación maligna del crecimiento tumoral– y los procesos de metástasis.
Como ha explicado Sánchez a 420weedTV, las primeras fases de los estudios están ya cubiertas, y es necesario que se hagan nuevos ensayos en humanos, pero como siempre en investigación médica este último paso es el más lento y complejo. Actualmente en Reino Unido se está celebrando un ensayo clínico similar al realizado por Guzmán. Los científicos están administrando la terapia estándar en combinación con un medicamento cannabinoide y sus resultados se conocerán previsiblemente a finales de año.
Este tipo de terapias con compuestos de la marihuana podrían convertirse en una alternativa eficaz a los tratamientos actuales
Terapias sin tóxicos
El THC no es la única sustancia presente en la marihuana, y no tendría por qué ser la más importante en cuestiones terapéuticas. El cannabidiol es otro de los compuestos presentes en la marihuana pero, a diferencia del THC, no tiene efectos psicoactivos. El doctor Sean McAllister, investigador del Pacific Medical Center de San Francisco, lleva más de una década estudiando esta sustancia. En 2007, publicó un estudio que mostraba que el cannabidiol acaba con las células de cáncer de mama y destruye los tumores malignos gracias a su interacción con el gen ID1, que regula la proteína del mismo nombre y juega un papel decisivo en el desarrollo del cáncer.
El gen ID1 se activa durante el desarrollo embrionario de los humanos y, pasada esta fase, se apaga. Pero el cáncer hace que se reactive, lo que provoca que las células tumorales se propaguen más fácilmente y produzcan metástasis. Según explico McAllister a The Daily Best, este gen está implicado en decenas de cánceres, y si el cannabidiol es capaz de “apagarlo” podría convertirse en un fármaco imprescindible en la lucha contra el cáncer.
Al igual que apunta Sánchez, McAllister cree que este tipo de terapias con compuestos de la marihuana podrían convertirse en una alternativa eficaz a los tratamientos actuales: “El Cannanabidiol ofrece la esperanza de una terapia no tóxica que pueda tratar formas agresivas de cáncer sin los dolorosos efectos secundarios de la quimioterapia”.
Su laboratorio está estudiando ahora la interacción del cannabidiol con otros medicamentos contra el cáncer y planea realizar estudios clínicos lo antes posible.
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http://es.wikipedia.org/wiki/Tetrahidrocannabinol