Implantes cerebrales que se deshacen tras su uso
El sistema ha sido probado en ratas y permite medir señales como presión y temperatura durante meses antes de ser reabsorbido por el cuerpo.
Muchas de las operaciones que se realizan hoy en día requieren un seguimiento continuado durante semanas para asegurarse de que todo está funcionando. Para ello, los médicos están implantando dispositivos que recogen datos sobre presión arterial o temperatura y permiten la monitorización externa. Pero estos dispositivos pueden ser fuente de infecciones o provocar diferentes complicaciones por la respuesta de nuestro sistema inmune.
El equipo de John Rogers presenta esta semana en la revista Nature un nuevo tipo de dispositivo implantable que es reabsorbido por el organismo a los pocos días de funcionamiento. El sistema, que ha sido probado en ratas, tiene un funcionamiento similar a los dispositivos implantables que se utilizan actualmente, pero evita buena parte de sus inconvenientes.
El implante en concreto está diseñado en silicio y consiste en una serie de sensores que se implantan en el cerebro y posteriormente se disuelven en el fluido cerebroespinal. Los cables también son solubles y se enganchan a una cabecera transmisora que no es reabsorbible.
Con este sistema los autores han obtenido datos de la presión intracraneal y la temperatura del cerebro de las ratas con sistemas de precisión equiparables a los exigidos en la práctica clínica. De momento el dispositivo ha funcionado de manera continua durante tres días, un intervalo de tiempo que lo haría muy útil en casos de traumatismos craneales, en los que el seguimiento se produce durante periodos similares. Los científicos también creen que el dispositivo se podría utilizar en la monitorización de otros órganos del cuerpo.
Referencia: Bioresorbable silicon electronic sensors for the brain (Nature) DOI 10.1038/nature16492
Fuente: http://goo.gl/vsivUZ
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