Guerra a la celulitis
Tres meses pasan volando… Lo saben bien quienes trabajan en un centro de medicina estética. Desde finales de marzo hasta que llega el verano las consultas para tratar la celulitis se incrementan de forma notable. «Llegan a triplicarse con respecto al resto del año», confirman en Clínicas Zurich. No es de extrañar, ya que casi todos los tratamientos, desde un programa de masajes drenantes hasta otro con la aparatología más novedosa, requieren de media 10 sesiones para mostrar algún resultado. Esto, en términos de calendario, se traduciría en algo más de dos meses. Pero no es solo cuestión de planificarse de cara a la temida operación biquini. Según un reciente estudio de Somatoline Cosmetic, entre los 25 y los 45 años la celulitis es el problema físico que más preocupa a las españolas, por delante de las arrugas o de la flacidez. La razón es simple (y al mismo tiempo un alivio): la mayoría de las mujeres sufre esta pesadilla estética. «En nuestro país, la presenta entre el 85% y 98% en mayor o menor medida, al margen de su peso», calcula Raquel Bou, directora de Anatomía Patológica de Clínicas Zurich. Su aparición se debe a los desajustes en los niveles de progesterona y estrógeno -hormonas femeninas-, que favorecen que la grasa se acumule y se retengan líquidos. Por si fuera poco, la ropa ajustada, los tacones, el tabaco, el alcohol, los azúcares refinados, pasar mucho tiempo sentada (o de pie) y, cómo no, el estrés, la empeoran.
La eterna pregunta resulta inevitable: ¿es imposible acabar con la celulitis? «El 60% de los tratamientos fracasa por falta de un diagnóstico preciso», reconoce la doctora Bou. Por ejemplo, la presoterapia, que comprime los tejidos a través de un ‘traje’ para drenarlos, alivia las piernas cansadas y reduce la hinchazón, pero no llega a destruir los nódulos de una celulitis fibrosa, esa que presenta hoyuelos y se acompaña de complicaciones circulatorias. «El problema es que queremos luchar contra algo que no tiene una solución definitiva», zanja Elia Roó, de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
¿Por qué esforzarse entonces en batallar contra ella? «Porque además del plano estético supone mejorar problemas en los vasos sanguíneos y el sistema linfático», responde Raquel Bou. La doctora Roó, siempre desde el realismo, anima a ponerse en marcha, «pues con constancia y gracias a la innovación se puede atenuar e, incluso, mejorar». En medicina estética los avances se dirigen a eliminar las posibles molestias y a sacar el máximo partido de las ondas de choque (cuya vibración llega a destruir los cúmulos adiposos) y de la radiofrecuencia, que calienta los tejidos más profundos para deshacer la grasa. La cosmética no se queda atrás. Aunque la mayoría de fórmulas sigue confiando en la cafeína como activo estrella, se buscan nuevas ópticas para atacar la piel de naranja, como centrarse en alisar los nódulos o crear un efecto photoshop en la piel bastante convincente. Pese a todo, las expertas coinciden en que estas soluciones son parte de un todo. «El combate es una carrera de fondo. No puede preocuparnos solo cuando se acerca la primavera», concluye la dermatóloga.
Ataque en 360º
Alimentación, ejercicio, cosmética y tratamientos de cabina. Esa es, según los expertos, la fórmula de la cuadratura del círculo. En esta línea, Germaine de Capuccini en lugar de lanzar este año un tratamiento anticelulítico en solitario, lo incluye como parte de ‘Change Begins Today’ (el cambio empieza hoy), un programa de cinco semanas que anima a renovar los hábitos en todos esos frentes. Por ejemplo, como explica Patricia Ricarte, asesora técnica de la marca, «en la mesa hay que dar prioridad a frutas y verduras, que favorecen la eliminación de líquidos y el tránsito intestinal, y beber dos litros de agua cada día». En cuanto a la actividad física, recomienda combinar rutinas aeróbicas («correr, bailar, nadar o andar a paso ligero») con ejercicios de tonificación. Como resume la doctora Elia Roó, «si tuviera que elegir la mejor arma anticelulítica, me quedaría con cuidar mi estilo de vida».
De última generación
La aparatología y los tratamientos poco invasivos no dejan de innovar. Incluso el clásico masaje drenante se renueva.
- Ondas de choque. El nuevo equipo ‘SWT Exper’t, de ‘Triforce Tech’, destruye la grasa encapsulada mediante vibraciones que viajan por encima de la velocidad del sonido pero que no dañan el tejido. Además, mejora la textura de la piel. Es indoloro, en todo caso se nota presión o cierta sensación de burbujeo. Dónde: IML (Madrid, tel. 917 02 46 27). Precio: 1.450 euros/10 sesiones. Cinco en uno
- Radiofrecuencia para la flacidez, ultrasonidos contra la grasa, ‘vacumterapia’ (succión) que reduce el efecto acolchado… ‘Cyclone Premium’ combina cinco tecnologías y se usa en todo el cuerpo. Dónde: Maribel Yébenes (Madrid, tel. 914 11 74 04). Precio: 900 euros/6 sesiones.
- Punto a punto. El tratamiento ‘Endermologie Modelado Sublime’ de LPG estimula con un cabezal mecánico varios puntos considerados clave en la acupuntura (vejiga, estómago, bazo…) para eliminar toxinas y activar los fibroblastos. Dónde: Toda España . Precio: 85 euros/1 hora.
- En dos fases. Clínicas Zurich ha diseñado un programa de choque que incluye seis sesiones de dermoplastia (que emplea ondas acústicas) y otras tantas de mesoterapia. Dónde: Varias ciudades. Precio: 69 euros/mes, en 12 cuotas.
- Cañas de bambú. Tras un ‘peeling’ y una envoltura con un gel de cafeína y hiedra, se trabaja la zona a través de un masaje drenante realizado con tallos de esta planta. Dónde: The Chi Spa – David Lloyd Club Turó (Barcelona, tel. 934 47 23 19). Precio: 75 euros/1 hora.
Fuente; http://goo.gl/FJDrrG