ANTE TODO, NO TE RASQUES
La guía definitiva para evitar que los mosquitos te piquen este verano
Olvídate del platito de vinagre y presta atención: los mosquitos te pican por esto y hay remedios efectivos para evitar sus mordeduras. Disfruta del verano sin temer su desagradable zumbido
Llega el verano y con él el buen tiempo, los picnics y las terrazas de verano, las escapaditas a la costa para remojar los pies… idílico, ¿o no? Para muchos, estos meses se traducen en un castigo incesante que les desespera cada día y, especialmente, cada noche. Y no, no hablamos de las altas temperaturas sino de las picaduras de mosquitos.
Campo o ciudad, playa o montaña, los mosquitos están por todas partes. Ya te decantes por el uso de insecticidas específicos o repelentes, u optes por el tradicional truco del plato de vinagre para ahuyentarles –que produce esa sensación de estar durmiendo en un bol de ensalada y ser tú la lechuga–, los remedios no siempre funcionan y hay personas a las que hagan lo que hagan cada verano les acribillan a picaduras.
¿Cómo pasar el verano sin ser mordido de los pies a la cabeza –importante destacar lo molestísimas que son esas picaduras craneales– por las hembras de esta especie de insectos y, ya de paso, evitar escucharles zumbar en nuestro oído? La dermatóloga londinense Anjali Mahto recoge en el Daily Maillas opiniones de diferentes expertos en dermatología y conclusiones de diversas investigaciones para entender por qué nos pican más o menos los mosquitos y qué podemos hacer para evitar que nos coman vivos durante los meses de calor.
Razones por las que nos devoran los mosquitos
Alrededor de un 20% de las personas son muy atractivas para los mosquitos y les pican bastante más a menudo que al resto, comenta Mahto. “Aunque se cree que la genética puede ser la responsable hasta en un 85% de nuestra susceptibilidad a ser o no picados, los científicos tienen una serie de ideas de por qué algunos de nosotros somos más propensos a ser devastados por los mosquitos”, comenta la dermatóloga.
La ropa
Los mosquitos se guían por la vista y el olfato para localizar sus objetivos. Sin embargo, al contrario de lo que puedas pensar, más que utilizar ropa de camuflaje para que no nos vean es mejor decantarnos por los colores claros como el blanco o los pasteles para reducir el riesgo de picadura. “A los mosquitos les atraen los colores oscuros como el azul marino o el negro”, explican los expertos, por lo que trata de evitarlos y, de paso, viste más fresco y evita el torramiento solar.
El tipo de sangre
Diferentes investigaciones han demostrado que ciertos tipos de sangre son más atractivos para los mosquitos que otros. En concreto, un estudio llevado a cabo en el año 1972 estableció que el tipo de sangre O es el que más les gusta (de hecho pican a las personas con este tipo de sangre casi dos veces más que a aquellas de tipo A).
Dependiendo de nuestro tipo de sangre segregamos sacáridos o azúcares través de la piel que los mosquitos son capaces de percibir, y se dirigen a esta población como las abejas a las flores.
La cantidad de dióxido de carbono
Los mosquitos se sienten atraídos por el dióxido de carbono que emitimos al respirar. De hecho pueden detectar a sus presas hasta a 50 metros de distancia. De ahí que, según los investigadores, aquellas personas que emiten más CO2 en sus exhalaciones tienen más probabilidades de ser mordidas.
Tu metabolismo
Aparte de dióxido de carbono, los mosquitos también dependen de otras sustancias que reconocen a corta distancia para seleccionar a sus víctimas.
Entre estas se encuentran compuestos químicos que segregamos a través de la piel con el sudor como el ácido láctico, el úrico, el amoníaco, los esteroides o el colesterol. Así, por ejemplo, si hemos estado practicando un deporte intenso, hemos sudado de lo lindo y no le hemos puesto remedio mediante una ducha, vamos bien impregnaditos de ácido láctico que nos hace más susceptibles a atraer las picaduras. No obstante, no es solo cuestión de higiene: “Nuestros factores genéticos están relacionados con la generación en mayor o menor cantidad de estas sustancias que nuestros cuerpos segregan de manera natural”, incide la experta.
Bacterias en tu piel
En nuestra piel habitan de manera natural un gran número de especies bacterianas y algunas atraen más que otras a los molestos mosquitos. “Los investigadores han demostrado que ciertos subtipos de bacterias como por ejemplo la Staphylococcus epidermidis hacen a las personas más atractivas para los mosquitos. Del contrario, otros como las Pseudomonas aeruginosa parecen tener el efecto contrario”, comenta Mahto.
Embarazo
Las mujeres embarazadas son más susceptibles a las picaduras de mosquito. A falta de una explicación científica más amplia, los investigadores justifican este hecho en que, generalmente, las encitas exhalan más dióxido de carbono y tienen una temperatura corporal más alta cuando están en reposo (¡sangre calentita! Y allá van).
¿Cómo evitar que nos piquen?
“El Diethyltoluamide (DEET) es probablemente el repelente químico más efectivo disponible y tiene un buen historial de seguridad”, recomienda Mahto. Según una investigación, cualquier bálsamo que contenga un 20% de este compuesto es capaz de proteger a las personas durante aproximadamente 5 horas. Además, existen lociones más suaves para que puedan ponerse en bebés de más de 2 meses.
Otros agentes químicos disponibles incluyen icaridin y IR3535, y además hay una serie de productos químicos a base de plantas que pueden ofrecer cierta protección contra las picaduras de mosquitos. “Estos incluyen la citronela, eucalipto de limón o el neem”, enumera Mahto.
El objetivo de cualquiera de estos repelentes no es otro que producir un olor desagradable para los mosquitos y evitar que nos muerda.
¿Y aún con todo te pican? No te preocupes porque hay remedios. Más allá de los ungüentos o productos químicos para evitar que nos molesten las picaduras, hay otras soluciones más sencillas como enfriar la piel con una compresa fría o aplicar una loción de calamina en las zonas afectadas.
Por supuesto, evita rascarte. “Es importante evitar erosionar o dañar la piel ya que esto aumenta la vulnerabilidad a desarrollar una infección en el sitio de la mordedura”, comenta la dermatóloga.
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