Ellas los prefieren ‘gordos’ y a ellos no les gustan muy delgadas
Tienen nombres graciosas como los “fofisanos” o las “gordibuenas” y nos referimos a ellos como una “nueva” tendencia, pero, en realidad, que a hombres y mujeres nos guste más besar un michelín que una huesuda clavícula es tan viejo como el ser humano, aunque escuálidos patrones de belleza a lo Kate Moss pretendan lo contrario. Porque una cosa es el ‘Vogue’ y otra muy diferente, la vida. Para muestra, una barriga: la del ya difunto James Gandolfini, el sensible e irascible mafioso Tony Soprano, que cautivó con su apetito y su esférica cintura incluso a su comedida psiquiatra.
La ciencia ha conseguido explicar lo que la industria de la moda se niega a admitir: “Los hombres con un peso normal o con sobrepeso tienen más parejas sexuales que los hombres muy delgados, aunque no case con nuestra percepción social”, señala el Dr. David Frederick, profesor asistente de Psicología en la Universidad de Chapman y responsable de un estudio que relaciona el número de parejas sexuales con la altura y la masa corporal de las personas.
La investigación, en la que se entrevistaron a más de 60.000 participantes heterosexuales de entre 30 y 44 años, resolvió que la media de parejas sexuales (entiéndase por ello desde ‘rollitos’ de una noche a relaciones largas) tanto de hombres como mujeres era de ocho; habiendo tenido el 58% de ellos y el 56% de ellas no más de cinco ‘partenaires’ diferentes desde su casi siempre mediocre primer encuentro. En menor medida, un 29% de los hombres y un 23% de las mujeres habían mantenido más de 14 relaciones sexuales diferentes. Pero, ¿explica esto por qué el ‘gordo’ Tony Soprano o la siempre deseada y nada flacucha Beyoncé protagonizan nuestras fantasías más lúbricas? ¿O el motivo por el que ser generoso en carnes es sexualmente más atractivo, de acuerdo al estudio, que lo es serlo en altura?.
Escuálidos, no gracias
Como explicaba a El Confidencial el psicólogo Raúl Pinilla a propósito de algunos motivos podríamos decir ‘freudianos’, que llevan a una mujer a beber los vientos por hombres ‘fofisanos’: “Entre los seis y los nueve años algunas niñas desarrollan el denominado ‘complejo de Electra’, durante el cual pasan por un proceso de enamoramiento de su padre, y es en esta época cuando se crea la impronta de hombre que buscan”. Aunque la teoría puede no resultar muy sexi (“Me gusta tu barriga, cariño. Me recuerda a la de papá”), no hay duda de que este mecanismo inconsciente puede ser una de las razones por las que ellas los prefieren ‘gordos’, más si se tiene en cuenta que a partir de los 35 o 40 años los hombres suelen ganar kilos, sobre todo abdominales.
Y en cuanto a lo que más les atrae a ellos, hagamos una prueba: abrid una revista de moda para mujeres y una revista erótica para hombres y comparad las fotografías. Las segundas son bastante obvias; no veréis ninguna mujer marcando costillas o con piernas como alfileres en la revistas para hombres; en cambio, en las revistas femeninas… Una cosa es lo que gusta a un hombre y otra muy diferente lo que “ellas creen” que resulta atractivo al sexo opuesto. Según el doctor Frederick, las probabilidades de que las mujeres muy delgadas tengan pocas parejas sexuales son elevadas. ¿Por qué? “Las personas con bajo peso transmiten la imagen de estar poco saludables, padecer anorexia o rechazar su cuerpo, y también vinculamos la delgadez a un índice alto de mortalidad y enfermedad”, asegura el director del estudio.
Los altos también son sexis, pero menos
Cuando vemos por la calle a una mujer muy alta cogida de la mano de un hombre muy bajo solemos contener la risa y los imaginamos en su noche de bodas, ella llevándolo en brazos hasta la suite nupcial. ¡Arriba pequeñín!
No es ningún secreto que las mujeres suelen elegir a parejas sexuales más altas que ellas; sin embargo, no es un rasgo relevante, o al menos no fue percibido de este modo en el estudio, que sugiere que hay pocas diferencias en el número de parejas sexuales según la estatura, con una excepción: solo los hombres “muy” bajos tienen menos conquistas íntimas (5) que aquellos más altos (7). Para ello la psicología también tiene respuestas.
Según Raúl Pinilla, dentro de cada mujer hay una madre dispuesta a acunar a un ‘bajito’, aunque no lo besaría: “La identificación de las personas bajas con algo que pueda ser filial se relaciona con un veto social que raramente existe en la naturaleza. En especies animales, e incluso en otras sociedades, es común que el padre tenga descendencia con su hija, pero una relación madre-hijo es tabú entre los humanos de todas razas y culturas. De hecho, tampoco entre animales es normal”, explica Pinilla.
Por suerte para las personas bajas y delgadas, el atractivo no es solo una cuestión de genética, sino de magnetismo personal. ¿A cuántos de nosotros no nos ha cautivado la sonrisa de alguien, su habilidad para hacernos reír o su inteligencia? Todo suma, lo sabe Gael García Bernal y también Tom Cruise, aunque a ellos les funcione tener una cara simétrica para contrarrestar su baja estatura y, en cambio otros, como David Buscemi o Dani DeVito, tengan que recurrir a su labia…
Fuente: http://goo.gl/Qgy0u8
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