Evitar las manchas en la piel después de tomar el sol
Una exposición prolongada al sol sin la protección adecuada y la contaminación ambiental son responsables de las manchas de la piel.
El Sol no es la única estrella que puede padecer manchas solares: tú también te expones a sufrirlas a lo largo del año -y, sobre todo, en verano- si no cuidas tu piel de forma adecuada. Lo cierto es que las zonas más expuestas durante estos meses, como el rostro, el escote o las manos, son las más delicadas y, al mismo tiempo, las que mejor delatan tu edad. Por eso, protegerlas del astro rey es una tarea obligada.
«Tomar el sol brevemente es saludable para la síntesis de vitamina D, fundamental para nuestros huesos», explica Isabelle Picou, directora de RRPP de la firma Clarins. «Sin embargo, tiene una cara negativa, si abusamos de él, se producen manchas y un envejecimiento prematuro», advierte.
De hecho, junto con el paso del tiempo, la radiación solar es el principal problema para la piel, causando desde los más serios disgustos, como el cáncer, hasta leves alteraciones como las pecas. Porque si atesoras pecas en tu rostro, debes tenerlo en cuenta a la hora de disfrutar del sol, ya que esos pequeños lunares no son besos de ángeles, como te contaba tu abuela, sino manchas hiperpigmentadas que crecen con la exposición solar.
«La exposición al sol sin la suficiente fotoprotección combinada con otras circunstancias especiales (uso de colonias, tomas de medicamentos inmunodepresores, embarazo…) son la causa esencial en la segregación excesiva de la melanina», explica el doctor Juan Arenas, asesor médico de Eucerin.
Sin embargo, el sol y la edad no son tus únicas preocupaciones. Cada vez más estudios revelan que la contaminación de las ciudades también clave en la aparición de estas manchas. El humo de los automóviles o fábricas penetra en la piel aumentando su estrés oxidativo y dañando sus células. Así que, aunque te quedes sin playa estas vacaciones, ya sabes: protege tu piel ¡y saca los huesos al sol!