Láser NO Ablativo. Técnicas regenerativas cutáneas – 3
El objetivo es regenerar el tejido cutáneo y conseguir ese aspecto juvenil que aporta una piel sana.
A partir de los 40 años es cuando se empiezan a notar los primeros signos de envejecimiento, manchas, arrugas, falta de luminosidad…
¿Cuándo se suele comenzar a realizar estas técnicas?
Por lo general a partir de los 40 años. Sin embargo, lo ideal es comenzar antes, para prevenir su aparición, y esto suele ser en torno a los 30 años.
Pero debemos observar que los signos de envejecimiento cada vez vienen menos asociados a la edad y más a los llamados exposomas (la suma de todos los factores externos a los que se ve sometido nuestro genoma o información genética a lo largo de los días), es decir, al estado de la piel. Así, que independientemente de la edad lo mejor es acudir a un especialista para una valoración completa.
Láser No Ablativos
Cuando hablamos de láser, la mayoría de nuestros pacientes lo asocian al tratamiento de una lesión o patología concreta. Pero actualmente el láser va más allá y es una herramienta más en el rejuvenecimiento.
El mecanismo por el que trabajan los láseres es por aporte de calor. En el caso de los dispositivos ablativos, generan una quemadura dejando zonas de piel sana adyacentes, por lo que se regenera la piel quemada consiguiendo una nueva y de aspecto rejuvenecido.
Los láseres no ablativos no son invasivos y transmiten este calor depositándolo en las capas más profundas de la piel, dando lugar a la formación de nuevo colágeno y remodelación del ya existente.
Todos ellos activan un mecanismo de regeneración y reparación que promueve la formación de una piel más firme y de más calidad, aportando un aspecto joven.
