Léntigo
Muchos profesionales y la mayoría de la población, confunden las lesiones pigmentadas y las agrupan con la denominación común de peca o lunar, el equivalente de «mole» en inglés.
Léntigo es una de estas que deben de identificarse.
El léntigo simple o juvenil es una mácula marrón o pardo-obscura de 1-5 mm que se puede presentar en cualquier parte de la superficie cutánea y aparecen a partir de los 3 años remitiendo aproximadamente a los 30 años. A diferencia de los nevus que tienen agrupaciones de células melanocíticas, presenta sólo un incremento del número de los melanocitos con hiperplasia epidérmica.
El llamado léntigo senil o actínico tiene un aspecto muy diferente, siendo una lesión de mayor diámetro, con una tonalidad marronácea y superficie rugosa y descamativa.
Sólo tiene en común con el lentigo juvenil el nombre.
Es frecuente la consulta de padres alarmados por la más o menos súbita aparición de profusas lesiones lentiginosas en el cuerpo del niño o adolescente, en ocasiones en número de cientos, en lo que se llama lentiginosis eruptiva y que no suele tener mayor importancia.
Efélides
Son las lesiones propiamente llamadas pecas, que se presentan en zonas de fotoexposición, principal mente en los tipos de piel rubios y pelirrojos.
Lesiones pequeñas de una tonalidad marronácea ligera y que se modifican con la exposición solar.
Histológicamente hay una hiperpigmentación de la basal sin objetivarse aumento de lo melanocitos.
Máculas bien delimitadas de color marrón claro, generalmente menores de 5 mm de diámetro, localizadas en la cara y otras zonas fotoexpuestas.
Las efélides, comúnmente conocidas como pecas, son máculas bien delimitadas de color marrón claro, generalmente menores de 5 mm de diámetro, localizadas en la cara y otras zonas fotoexpuestas.
Suelen aparecer entre los 2 y 4 años de edad, fundamentalmente en personas de fototipos bajos (I y II). Se oscurecen en verano con la exposición solar y se aclaran en invierno.
Todo ello indica su asociación con la luz ultravioleta.
En individuos de ojos azules y cabello rojizo-rubio, se ha indicado una herencia autosómica dominante.
Son marcadores del riesgo de cáncer de piel, incluido el melanoma, cuando aparecen en número elevado.
Histológicamente, se aprecia un aumento en la pigmentación de la capa basal de la epidermis, por una hiperproducción de melanina, sin aumento del número de melanocitos.
Se han observado máculas similares a las efélides en el xeroderma pigmentoso, progeria, síndrome de Moynahan y neurofibromatosis, donde aparecen de forma característica a nivel axilar (signo de Crowe).
