Manicuras en acrílico: bases y consideraciones técnicas
Uñas espectaculares, formas imposibles y decoraciones únicas son rasgos comunes de las construcciones en acrílico, una metodología que nunca pasa de moda pese a las nuevas tendencias que año a año conquistan a miles de clientas.
¿Cómo funciona?
En términos sencillos, la construcción en acrílico es el resultado de la mezcla exacta del monómero líquido con el polvo acrílico que unidos crean una masa que se esculpe en la uña para darle la forma y largada necesaria al diseño seleccionado. Con una base construida sólida y de calidad, permite aplicar diferentes diseños permanentes que nos hagan destacar.
Si bien las uñas normales pueden volverse quebradizas con el tiempo y romperse, las uñas acrílicas pueden durar de 6 a 8 semanas con un cuidado y mantenimiento adecuados. Desafortunadamente, el mantenimiento de unas uñas acrílicas de calidad suele ser más costoso que cualquier otro tipo de construcción.
El esculpido de uñas acrílicas siempre debe ser realizado por un esteticista o técnico de uñas bien capacitado, un salón que no solo se encuentre certificado, sino que también tenga experiencia en la aplicación y el mantenimiento de uñas acrílicas.
Como los productos químicos están involucrados en su aplicación y eliminación, se debe ser exigente con respecto a dónde ir y en quién confiar para la construcción de acrílico. Así, el profesional y el salón de manicura deberán contar con todas las garantías y saberlas transmitir, y por lo tanto disponer del mejor producto a tal fin.
Un buen técnic@ le dirá al cliente la frecuencia con la que debe visitar el salón para rellenar la uña y qué tratamiento debe seguir para el buen cuidado de las manos.
Un buen técnic@ debe ofrece un acabado muy natural y no dañar la uña, por lo que si se usa en el tiempo, tendremos la certeza de que el producto no debilitará ni agrietará la uña, uno de los frenos principales en la elección de este tipo de servicios.
¿Y Del Coste/Precio?
Es importante no valorar este servicio por el coste, sino por la calidad en el resultado (durabilidad, diseño, consistencia), lo cual va a tener en cuenta el cliente por encima de todo.
No existe un precio regulado y es bastante dispar en función de varios factores, comenzando por la técnica y su experiencia hasta los materiales usados.